sábado, 20 de febrero de 2010

Ciao Quetoly.


Hoy recibí una noticia muy triste, murió Quetoli, un perro que me regalaron hace 13 años y que en su momento sería la pareja de Libertad… En aquellos años recuerdo que salía con Alvaro que me acompañó por él en una casa por el Ajusco… Alvaro hacia la broma de que era su hijo pues había salido de su coche… Cuado llegó con Libertad y Nahui en ese entonces, inmediatamente quiso ser el perro alfa, el macho con su harem, pero Libertad que siempre le hizo honor a su nombre no dejo que eso pasara y se subordino a ella… nunca se cruzaron, vivieron un par de años juntos… Lo pinté en algunos cuadros, y amaba a ese perro tan negro, tan de buena estampa. Desde que regresé de Cuba, vivió con Salvador un buen migo de algunos años atrás. Él paso muy poco tiempo en esta casa… pero sin duda, fue un animalito que amé y que a pesar de que lamento que lo hayan dormido, agradezco que haya sido tan querido y cuidado… me dicen que tenia dolores intensos en sus patas traseras… y con el fío, este frío que detesto era peor… Descanse en `paz Quetoli tenía 15 años.

Y supongo que tengo que entender este proceso de la vida que se lleva a seres amados y trae a otros nuevos. En esta semana me reglaron un perrito de tres meses y medio hermoso, color miel y completamente lampiño… evidentemente no puedo leerlo y lo acepte con la idea de darle a Beatriz mi amiga este perro que servirá de mascota para Antonio su hijo. Se llamaba Toribio y digo se llamaba porque le pusieron finalmente Balam, ¿que originales no? persisten las creencias de lo prehispánico pesar de que este tan alejados de su realidad. Sé que lo cuidará mucho Beatriz y sé que será un perro bien amado, que en un futuro, quizás e tres años podrá tener descendencia con Uma, me gusta para esposo de mi hija y con esa doble intención lo acepte y entregue…

Unos se van y otros vienen… la vida es así. Le pido a Dios y claro que es por egoísmo, que el día que Libertad ya no pueda estar conmigo, simplemente no despierte… No quiero tener que decidir nada, no quiero que sufra… quiero que se vaya en mi cama dormida de la misma forma en que vino al mundo en esa misma cama, arropada y querida, dándome calor. Sé que lloraré pero también le agradeceré todos estos años en mi vida.

Por lo pronto, la tengo aquí, en casa sana como su edad se lo permite el próximo 4 de may cumple 15 años y espero hacer una fiesta.

viernes, 5 de febrero de 2010

Una madre, siempre es un madre...

No cabe duda que hasta en los animales ser madre tiene su "cruz".

Es increíble que se lleven bien Libertad y Uma con tanta diferencia de edad... y lo más increíble es que además Uma no tenga empacho en subirse sobre ella para ver pasar la vida desde la ventana... mi Uma...pobre de mi Liber!!!